
Vattenfall, una de las cuatro principales compañías eléctricas de Alemania, acaba de inaugurar ese laboratorio que se encuentra en la localidad de Jänschwalde, en Brandeburgo (al este del país), utilizará lignito (un tipo de carbón mineral) y la tecnología de captura y el almacenamiento del CO2 generado por este combustible en el subsuelo.El Instituto de Geofísica de Potsdam ha iniciado hace dos meses prospecciones en la zona, con el fin de encontrar un lugar en el que el almacenamiento de este gas sea posible y seguro.
Las investigaciones en el ámbito de la captura y el almacenamiento de CO2 en el subsuelo son parcialmente financiadas por el sexto programa marco de investigación de la Unión Europea, y otras eléctricas alemanas, como RWE, también están investigando en este campo.