El sistema de vigilancia espacial será de doble uso, civil y militar, y servirá sobre todo para controlar mejor las fronteras frente a la inmigración ilegal y suministrar a los servicios de inteligencia información sensible para la lucha antiterrorista. El desarrollo del proyecto, dotado con 325 millones de euros de presupuesto, corre a cargo del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (Inta) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico (CDTI). Su entrada en servicio, prevista para el año 2010, convertirá a España en el primer país europeo que dispondrá de su propio sistema de satélites para observación de la tierra, lo que le asegurará una independencia operativa en este campo respecto a terceros países.
El nuevo sistema dispondrá de un centro de control, recepción, archivo y distribución de datos, que estará ubicado en el Centro Espacial de Maspalomas, en Gran Canaria.