
Se trata de la conclusión principal de un estudio sobre la utilidad y la eficacia de los navegadores GPS, elaborado por el RACC y el ADAC, club automovilístico alemán de gran prestigio en Europa. Para la realización del estudio, se han tomado doce modelos de referencia en Europa, de gama media, cuyo precio oscila entre los 400 y los 600 euros.
Entre las conclusiones positivas, se destacan como grandes ventajas de estos dispositivos: la facilidad de su uso, facilidad que permite introducir destinos y rutas de forma mucho más cómoda y precisa que con los sistemas tradicionales (mapas de carreteras, por ejemplo), su rápida adaptación a la tecnología del momento y su constante actualización de la información (tanto en material cartográfico como en sucesos/incidentes durante el trayecto). Las principales desventajas fueron el montaje en algunos casos problemático, dependiendo del equipo y del vehículo, la imposibilidad de integrar los mensajes en los altavoces del coche y la limitación del campo de visión del conductor.
Los resultados del estudio indican que un buen cálculo de la ruta y capacidad para indicar las variaciones del tráfico son las funciones más útiles de un GPS. También se tuvo en cuenta que los aparatos dispusieran de una claridad de pantalla aceptable. En general se ha podido comprobar que hay una mejora respecto los navegadores de hace tan sólo tres años, y previsiblemente cada vez mejorarán más rápido. Los grandes retos de futuro entorno a los navegadores se basan en velar por la seguridad de los conductores y, a la vez, la incorporación de información sobre diferentes aspectos de seguridad vial como la información del tráfico en tiempo real, así como las incidencias o las limitaciones de velocidad. En este sentido, las iniciativas de las empresas del sector están trabajando en la mejora de la tecnología para evitar que los conductores se distraigan, sobre todo a través del reconocimiento de la voz.
Entre las conclusiones positivas, se destacan como grandes ventajas de estos dispositivos: la facilidad de su uso, facilidad que permite introducir destinos y rutas de forma mucho más cómoda y precisa que con los sistemas tradicionales (mapas de carreteras, por ejemplo), su rápida adaptación a la tecnología del momento y su constante actualización de la información (tanto en material cartográfico como en sucesos/incidentes durante el trayecto). Las principales desventajas fueron el montaje en algunos casos problemático, dependiendo del equipo y del vehículo, la imposibilidad de integrar los mensajes en los altavoces del coche y la limitación del campo de visión del conductor.
Los resultados del estudio indican que un buen cálculo de la ruta y capacidad para indicar las variaciones del tráfico son las funciones más útiles de un GPS. También se tuvo en cuenta que los aparatos dispusieran de una claridad de pantalla aceptable. En general se ha podido comprobar que hay una mejora respecto los navegadores de hace tan sólo tres años, y previsiblemente cada vez mejorarán más rápido. Los grandes retos de futuro entorno a los navegadores se basan en velar por la seguridad de los conductores y, a la vez, la incorporación de información sobre diferentes aspectos de seguridad vial como la información del tráfico en tiempo real, así como las incidencias o las limitaciones de velocidad. En este sentido, las iniciativas de las empresas del sector están trabajando en la mejora de la tecnología para evitar que los conductores se distraigan, sobre todo a través del reconocimiento de la voz.