
Si la tela se utilizara para hacer una camisa, podría aprovechar la energía de quien la use simplemente al caminar o incluso por una brisa ligera, según ha explicado a la revista “Nature” el líder del estudio, Zhong Lin Wang del “Georgia Institute of Technology”. El nanogenerador, basado en el tejido, sería una forma simple y económica de producir energía a partir del movimiento físico.
El nanogenerador aprovecha las propiedades semiconductoras de los cables nano de óxido de zinc (cables diminutos, 1.000 veces más pequeños que el ancho de un cabello humano) que están entretejidos en el género.
Los cables están formados por pares. Una de las fibras de cada par está cubierta con oro y funciona como un electrodo. Cuando las cerdas se frotan una con otra a través del movimiento del cuerpo de una persona, los cables convierten el movimiento en electricidad.
Según ha detallado Lin Wang “cuando un cable nano se pliega, tiene un efecto eléctrico. Lo que la tela hace es transformar el movimiento mecánico del cuerpo en electricidad”.
El equipo de científicos estadounidense creó el nanogenerador cubriendo primero las fibras con un polímero, y luego con una capa de óxido de zinc. Luego sumergieron todo en un baño caliente de solución reactiva durante 12 horas para permitir que los cables se multipliquen, cubriendo las fibras.
En opinión de sus creadores, el material podría ser empleado por los excursionistas y los soldados, y también para dar energía a sensores diminutos utilizados en biomedicina u observación medioambiental.
El nanogenerador aprovecha las propiedades semiconductoras de los cables nano de óxido de zinc (cables diminutos, 1.000 veces más pequeños que el ancho de un cabello humano) que están entretejidos en el género.
Los cables están formados por pares. Una de las fibras de cada par está cubierta con oro y funciona como un electrodo. Cuando las cerdas se frotan una con otra a través del movimiento del cuerpo de una persona, los cables convierten el movimiento en electricidad.
Según ha detallado Lin Wang “cuando un cable nano se pliega, tiene un efecto eléctrico. Lo que la tela hace es transformar el movimiento mecánico del cuerpo en electricidad”.
El equipo de científicos estadounidense creó el nanogenerador cubriendo primero las fibras con un polímero, y luego con una capa de óxido de zinc. Luego sumergieron todo en un baño caliente de solución reactiva durante 12 horas para permitir que los cables se multipliquen, cubriendo las fibras.
En opinión de sus creadores, el material podría ser empleado por los excursionistas y los soldados, y también para dar energía a sensores diminutos utilizados en biomedicina u observación medioambiental.