
El laboratorio espacial Columbus, la principal aportación de la Agencia Espacial Europea (ESA) a la Estación Espacial Internacional (EEI), cuyo lanzamiento se ha completado esta madrugada con éxito, saca a Europa de la "fase de arrendamiento" en la que se encontraba en la Estación Espacial. Europa, según Vicente Gómez representante de la ESA en España, es ya "una propietaria más", que no deberá llegar a acuerdos con las agencias rusa o estadounidense para realizar experimentos en la plataforma orbital, como ha ocurrido hasta ahora.
La nave partió a las 14.45 hora local (19.45 GMT) después de que su salida fuera suspendida en varias ocasiones el pasado mes de diciembre, debido a problemas en los sensores situados en el tanque exterior de combustible. El astronauta de la NASA Steve Frick dirige la tripulación de seis personas: el piloto Alan Poindexter y los especialistas Leland Melvin, Rex Walheim, Stanley Love y los miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) Hans Schlegel y Leopold Eyharts.
En el Programa Columbus participan diez países europeos miembros de la ESA; de ellos, Alemania es el primer contribuyente con una aportación del 41 por ciento y le siguen Italia con el 23 por ciento y Francia con el 18 por ciento.España, que aporta algo más del 6 por ciento de los presupuestos de la ESA, participa en el Programa Columbus con un dos por ciento de sus costes.
El Columbus es transportado hasta la Estación Espacial Internacional por el transbordador espacial estadounidense Atlantis desde el Centro Espacial Kennedy en Florida (Estados Unidos), en una misión que durará once días.
Según el Jefe de Ingeniería de Soporte al Producto de la ESA, Jesús Jiménez, el Columbus permitirá "hacer Ciencia" en su interior pocas semanas después de su acoplamiento, a diferencia de lo que ocurrió con laboratorio Destiny de la NASA, instalado en 2001, y de lo que sucederá con el módulo japonés Kibo, que necesitará varios meses para realizar experimentación.
El diseño único del Columbus, de forma cilíndrica y dimensiones de 6,7 metros de largo por 4,5 metros de ancho, hará posible que hasta tres astronautas puedan trabajar al mismo tiempo en su interior.
La estructura del Columbus, más compacta que la del americano y el japonés, permite integrar en este lanzamiento diversos experimentos, que harán posible realizar muy pronto investigación sobre cuestiones como Física de Fluidos o Biología.
España participa, a través del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), en el experimento "TRIBOLAB (Laboratorio de Tribología), que viajará a bordo del Columbus y que servirá para ensayar el comportamiento de nuevos lubricantes sólidos desarrollados para entornos muy agresivos, similares a los del espacio.
La nave partió a las 14.45 hora local (19.45 GMT) después de que su salida fuera suspendida en varias ocasiones el pasado mes de diciembre, debido a problemas en los sensores situados en el tanque exterior de combustible. El astronauta de la NASA Steve Frick dirige la tripulación de seis personas: el piloto Alan Poindexter y los especialistas Leland Melvin, Rex Walheim, Stanley Love y los miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) Hans Schlegel y Leopold Eyharts.
En el Programa Columbus participan diez países europeos miembros de la ESA; de ellos, Alemania es el primer contribuyente con una aportación del 41 por ciento y le siguen Italia con el 23 por ciento y Francia con el 18 por ciento.España, que aporta algo más del 6 por ciento de los presupuestos de la ESA, participa en el Programa Columbus con un dos por ciento de sus costes.
El Columbus es transportado hasta la Estación Espacial Internacional por el transbordador espacial estadounidense Atlantis desde el Centro Espacial Kennedy en Florida (Estados Unidos), en una misión que durará once días.
Según el Jefe de Ingeniería de Soporte al Producto de la ESA, Jesús Jiménez, el Columbus permitirá "hacer Ciencia" en su interior pocas semanas después de su acoplamiento, a diferencia de lo que ocurrió con laboratorio Destiny de la NASA, instalado en 2001, y de lo que sucederá con el módulo japonés Kibo, que necesitará varios meses para realizar experimentación.
El diseño único del Columbus, de forma cilíndrica y dimensiones de 6,7 metros de largo por 4,5 metros de ancho, hará posible que hasta tres astronautas puedan trabajar al mismo tiempo en su interior.
La estructura del Columbus, más compacta que la del americano y el japonés, permite integrar en este lanzamiento diversos experimentos, que harán posible realizar muy pronto investigación sobre cuestiones como Física de Fluidos o Biología.
España participa, a través del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), en el experimento "TRIBOLAB (Laboratorio de Tribología), que viajará a bordo del Columbus y que servirá para ensayar el comportamiento de nuevos lubricantes sólidos desarrollados para entornos muy agresivos, similares a los del espacio.