A falta de comunicado oficial por parte de Sony, ya sabemos que, tras el paso del día 1 de marzo de 2010, las consolas de Sony han vuelto a funcionar con normalidad. Lo que sí ha quedado claro es que todo se ha debido a un fallo de programación que no ha gestionado bien el mes de febrero de 2010. Es decir, las consolas han vuelto a la normalidad sin necesitar ninguna actualización adicional.