El proyecto AMAZE –acrónimo en inglés de los términos traducibles como Fabricación Aditiva para una producción eficiente y sin residuos de productos metálicos de alta tecnología- comenzó en enero. Se están montando fábricas en Francia, Alemania, Italia, Noruega y el Reino Unido para crear la cadena industrial de suministros.
Según la ESA, esta nueva tecnología ofrece muchas ventajas ya que la impresión 3D, o más técnicamente ‘fabricación aditiva’, puede crear formas muy complejas, imposibles de fabricar con técnicas tradicionales. Además con ella apenas se desperdicia material, y al reducir los pasos en la cadena de fabricación los costes de producción se reducen enormemente.