Como viene ocurriendo en los últimos tiempos, las Ferias tecnológicas están más interesadas en
hablar de prototipos y tendencias de medio plazo que en referirse a productos del "curso" en el que se produce la cita.
Es decir, ya son lejanos los tiempos en los que, también en el CES, veíamos lo que llegaría en los próximos meses siguientes.
Por el contrario, sí hemos visto que la mayoría de dispositivos marcan qué fabricante tiene un presunto mayor en I+D. Pero no si, realmente, un producto llegará: y cuándo y por cuánto un helicóptero que, directamente, no es un dron sino un monoplaza; por ejemplo.
Es la carrera por salir en el "Telediario" con el sempiterno frigorífico que pide los productos a la tienda, o el dron inteligente... cuando la realidad marca que el uno no tiene la infraestructura necesaria y el otro sí cuenta con el temor a que acabe la batería a los 10 minutos y caiga sobre Enrique Iglesias. O una realidad virtual con múltiples pegas o las históricas gafas de Google; por cierto, dónde andarán.
Es bueno que critiquemos así estas citas internacionales que, en todo caso, muestran, como en el CES, grandísimas realidades que veremos pronto... pero que suelen resumirse en un minuto de titulares manidos y futuristas.
Ahora, pendientes del Mobile World Congress que, hoy por hoy, sigue con una cojera que algún día remediará: la ausencia de Apple que, no en vano, es un actor indispensable si hablamos de móviles. Aunque de facto siempre se habla de Apple en MWC... aunque no esté.